NAUGHTY AMERICA

Vaya, no os habíamos hablado de esta mujer, Mónica Pérez Hernández, camarera de un bar de La Palma y madre de familia. Desde la primera noche nos tatuó su cuerpo en el cerebro, nos gustó tanto que acabó saliendo en nuestro cuento Los Mejores. Imaginad, nos gustó tanto que la llamábamos El Trueno, yo qué sé.
Nos llevó a las profundidades de un bosque a grabar, aboah. Al final fue ella la que dominó la situación, como un puma.
Ella controlaba la isla.